• ¿Qué ideas nuevas te han suscitado estos últimos bloques?

  • Pues la verdad es que varias ideas me han venido a la mente para aplicarlas al aula. Seguramente la que más fuerza tiene es la matriz de paisajes, ya que creo que con un poco de esfuerzo por parte del docente, se puede crear una biblioteca de actividades donde los alumnos pueden elegir el camino que mejor se ajusta a sus necesidades, a su forma de aprendizaje y su ritmo de adquisición de conocimientos. ​

  • Particularmente siempre me llamó la atención la taxonomía de Bloom. Se hecho me hace gracia cuando se presenta como algo novedoso dentro del mundo de la educación, cuando en realidad se conoce desde hace muchas décadas, pero también es cierto que cuanto más se sumerge uno en la taxonomía, más se comprenden las aplicaciones que pueden tener estas teorías. Y lo mismo se puede decir de las inteligencias múltiples.

  • Nuestro sistema educativo refleja la preocupación por el aprendizaje individualizado, pero cuando estás dentro de un aula con 25 personas diferentes, que todas reclaman una forma de aprender diferente, y con recorridos diferentes, lo normal es que el maestro se sienta superado y enseñe a todos de la misma forma: primero, porque es lo rápido y segundo, porque parece eficaz. Pero si conseguimos que cada alumno sea el protagonista de su aventura dentro del conocimiento, sería mucho más eficaz.

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• ¿Cómo ha sido tu experiencia de aprendizaje?

  • Si me remonto a mi infancia, sin lugar a dudas tendría que decir que muy positiva no fue. Nunca sentí que el colegio podría dar respuesta a mis inquietudes. Lo más preocupante es que ni siquiera me planteara que el colegio podría ser de base para avanzar en el conocimiento y en el aprendizaje. En aquella época no había planteamientos de este tipo. ​

  • Si miro ahora en el mundo actual cómo funciona el sistema actual, me doy cuenta que todavía hay mucho por hacer. Ahora me toca a mí ser el maestro, y no me gustaría repetir los esquemas que no me sirvieron como alumno, por lo que toca renovarse y remover un poco las conciencias.

  • Como he dicho antes, lo fácil se simplificar: misma lección para todos, misma evaluación para todos, pero creo que los que somos maestros no hemos elegido esta profesión por ser sencilla, sino porque nos apasiona.

  • En este curso, he de decir que me siento muy libre, eligiendo el itinerario que mejor se amolda a mi forma de ser o a mi forma de trabajar. Me gustó mucho hacer el rap, por que pertenece a mi campo de trabajo (aunque nunca había grabado ninguno). Esa libertad de aprendizaje me permite avanzar de forma muy cómoda y sin imposiciones. En ningún momento te sientes atado a hacer algo que no te agrada o donde no te sientes a gusto del todo.

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• ¿Es viable crear un entorno de aprendizaje basado en los niveles de pensamiento? 

  • No sólo es viable, sino que muy recomendable. Atender a los niveles de pensamiento es pensar en el aprendizaje individualizado de los alumnos. Todos tenemos alumnos de diferentes capacidades, de diferentes ritmos de aprendizaje y de diferente sensibilidad. Todos ellos merecen las mismas oportunidades de progresar en el conocimiento a través de un aprendizaje personalizado. ​

• ¿Crees que con esta herramienta se puede responder a la diversidad?​

  • Por su puesto que sí. Esta herramienta pasa a ser una estrategia más del profesorado para intentar motivar a los alumnos y de que estos alcancen sus potenciales de conocimiento. ​

• ¿De qué manera? 

  • Diferentes caminos no significa que sepan cosas diferentes, sólo significa que cada uno de ellos ha alcanzado los objetivos a través de unas actividades adaptadas a su inteligencia predominante.​

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• ¿Qué posibilidades y requerimientos encuentras en la metodología?

  • Posibilidades:​

    • Oportunidad de captar a todos los alumnos sin excepción.​

    • Los alumnos pueden alcanzar los objetivos a través de sus propias posibilidades.

    • El alumnado se descubre a si mismo. 

    • Se crea un clima de aula de confianza y seguridad.

    • El maestro crea una colección de actividades diversas, que al ser compartida, enriquece a toda la comunidad educativa.

  • Requerimientos:

    • Compromiso por parte del profesorado y en el mejor de los casos por parte del claustro.​

    • Aulas multifuncionales, donde tengan cabida diferentes tipos de actividades (y no solo las de mesa y lápiz)

    • Capacidad de análisis para entender y apreciar las diferentes IIMM.

    • Contemplar las diferentes posibilidades que nos da la taxonomía de Bloom aplicada.

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• ¿Cómo se puede aplicar esta metodología a un área tan práctica como la asignatura de música?​

  • Es cierto que hay ciertas áreas donde quizás es más difícil aplicar estas metodologías, pero siempre se pueden adaptar al tiempo y al espacio que se tiene. La asignatura de música es eminentemente práctica, donde lo más importante es ser capaz de seguir un ritmo, reproducir una melodía o crear un patrón musical. Es evidente que lo que trata es de fomentar la creatividad y la capacidad musical. Pero aplicando la teoría de las IIMM y la taxonomía de Bloom, podemos alcanzar estas metas a través de actividades donde se requiera la participación y coordinación de un grupo de alumnos, o la creación de una danza a partir de una melodía creada, o la investigación sobre aspectos sociales de la música y de sus géneros musicales, o incluso buscar la lógica y la matemática en la creación de ritmos.