¿Cómo preparar una partitura?
Puede parecer muy complicado preparar una partitura y tener conocimientos profundos de lenguaje musical, pero en realidad es más fácil de lo que parece. La mayoría de las veces tan sólo necesitamos saber por dónde empezar. Aquí tenéis algunos trucos, consejos y pasos para ayudaros. En este ejemplo utilizaremos una partitura muy fácil, pero este método de trabajo funciona con cualquier partitura. Si la partitura es muy extensa, se puede trabajar por secciones.
Paso 1: Ritmo
En este primer paso, vamos a centrarnos en los patrones rítmicos que aparecen en nuestra partitura. No importa la altura de la nota ( si es un Si o un Do), sólo nos centramos en su duración. Si es necesario, podemos escribir encima de cada nota su duración en pulsos. En el caso de que haya un silencio, se pondrá su valor dentro de un cuadrado para indicar que esa nota no tiene sonido, pero sí duración. Terminamos este paso leyendo en voz alta el ritmo.
Paso 2: Melodía
En el segundo paso, leeremos el nombre de las notas. No es necesario apuntarlas, pero puede ser muy útil para alguien que tiene dificultad con identificarlas con cierta rapidez. Tan sólo pon el nombre de la nota debajo de cada una de ellas. Puedes usar un color diferente para el ritmo y para la melodía. Date cuenta que los silencios no tienen una nota, porque no tienen sonido. Termina este paso leyendo cada una de las notas musicales que aparecen.
Paso 3: Juntemos ritmo y melodía
Ahora es el momento de leer en voz alta el ritmo como hemos hecho en el paso 1, pero con el nombre de cada nota. En este ejemplo, comenzaremos haciendo la nota SI durante cuatro pulsos, luego la nota LA durante cuatro pulsos, seguida de la nota SI durante dos pulsos... Fijate que todavía no hemos cogido el instrumento, ya que hasta este paso sólo hemos identificado el ritmo y la melodía, pero ya hemos creado en nuestra mente una imagen de cómo suena la partitura.
Paso 4: Técnica de la flauta
En este momento, comenzamos a usar nuestro instrumento. Nos centramos en la técnica de flauta, pero en realidad sirve para cualquier otro instrumento. Fijaros cuantas notas diferentes utiliza la partitura (en nuestro ejemplo fácil sólo tiene dos) e identifica cómo se realizan esas notas en el instrumento. Es una gran idea terminar este paso repitiendo el paso 3, leyendo de nuevo el ritmo y la melodía, pero al mismo tiempo colocando los dedos sobre la flauta para hacer cada una de las notas.
Paso 5: ¡Tocamos!
Por fin, después de centrarnos en el ritmo, las notas, la técnica... ahora nos centramos en el soplo y a una velocidad cómoda, que nos dé tiempo a reaccionar comenzamos a tocar la partitura. Recuerda que si la partitura es demasiado extensa, se puede trabajar por secciones.